viernes, 24 de septiembre de 2010

Marumito

Mi mamá me ha regalado un Marumito. Como siempre, dijo que lo tenía que cuidar muy bien. Es hermoso y me da curiosidad. Mi mamá dijo que necesita agua, así es que fui al lavabo y le serví en su trastecito. Pero no hace nada. Espero y espero, y no hace nada. entonces tengo una buena idea y sonrío dentro de mí. Me acerco a la cocina, pensando: ahora sí mi Marumito, ahora sí que harás algo. Abro el cajón cerca de la estufa y saco la cajita de cerillos. Ahora sí. Enciendo un cerillo arrugando un poco la nariz por el olor y lo acerco al Marumito. Más cerca, más. Y por fin empieza a escupir y a hacer ruiditos. Y yo sonrío; pero el Marumito es difícil de contener, dando saltitos. Yo me apresuro hacia la alberca y lo dejo ahí. Y me quedo viendo como se aleja poquito a poco.
¡Qué hermoso está mi Marumito de vapor!

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